La Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) abrió una investigación sobre el nuevo basurero del Área Metropolitana de Guadalajara que comenzó a construirse en el municipio de Tala.
Se emitieron medidas cautelares a dependencias ambientales estatales y al gobierno municipal para que informen qué permisos y autorizaciones se han emitido al nuevo basurero, llamado oficialmente "Centro Integral de Economía Circular Tala", con la finalidad de garantizar que se cumplen las normas y que no existan riesgos para la población.
"Respecto a la posible construcción de este sitio, iniciamos un acta de investigación y solicitamos a diferentes autoridades, tanto del gobierno estatal como municipal, la observancia de medidas cautelares", informó la tarde de este jueves el Tercer Visitador General de la CEDHJ, Aldo Iván Reynoso Cervantes, "revisar si no se encuentran mantos acuíferos en la zona, si no se trata de un lugar protegido, si no existe fauna, que pueda dañar incluso la salud de las personas".
El defensor de derechos humanos también recordó que la Norma Oficial Mexicana 083-SEMARNAT-2003 regula la instalación de rellenos sanitarios, por lo que el nuevo basurero debe respetar indicaciones como no ubicarse a menos de 500 metros de pozos de abastecimiento de agua, cuerpos de agua permanentes como ríos, lagos y presas, así como estar al menos a medio kilómetro de asentamientos humanos.
Tampoco puede ubicarse sobre áreas naturales protegidas o zonas con vestigios arqueológicos, además de que existen normas para el manejo de los residuos que deben garantizarse para evitar daños al ambiente, como ocurre cuando se filtran lixiviados a mantos acuíferos o ríos, o cuando por la falta de cobertura de la basura se producen incendios.
Reynoso Cervantes señaló que aún está pendiente de ser cumplida la recomendación 18/2020 que el organismo emitió por irregularidades en el basurero Los Laureles, que al igual que el nuevo vertedero en construcción en Tala, es manejado por la empresa Caabsa, y cuyos malos manejos afectan la salud de más de 180 mil personas que viven en comunidades cercanas, en Tonalá, El Salto y Juanacatlán.
Entre las recomendaciones que no han sido cumplidas están las visitas de inspección periódicas por parte de la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente y la necesidad de corregir el manejo de lixiviados o jugos de la basura en Los Laureles, pues continúan las filtraciones hacia el arroyo Popul, canales y el propio río Santiago.
"Debería de haber una revisión constante sobre las geomembranas y la rehabilitación de las mismas para efecto de evitar los lixiviados, recordemos que los lixiviados son aquel líquido que despiden los residuos sólidos y que de filtrarse al subsuelo contaminan los mantos freáticos y el agua; sigue habiendo esa fuga de lixiviados y desde luego nosotros no tenemos por cumplida, todavía, esta recomendación y mucho menos ese punto, es necesario que esas geomembranas se habiliten y que se cumpla con la calidad y lo necesario para evitar la fuga de estos jugos que salen de los residuos sólidos", advierte el visitador.
La recomendación señala claramente que el cierre del basurero Los Laureles se estipuló para el mes de septiembre de 2021, por lo que el próximo mes tendría que dejarse de llevar residuos a la planta ubicada en Tonalá; sin embargo, el nuevo basurero apenas comenzó su construcción.
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